La actividad humana tiene un impacto enorme en el medio ambiente. Si sales frecuentemente a la naturaleza, hay una serie de mandamientos que has de conocer y seguir. ¿Cuál debe ser tu legado? Ninguno, deja el mínimo rastro posible.

Te ofrecemos una guía completa para reducir tu huella ecológica y asegurar que las generaciones futuras también puedan disfrutar de este mundo.

1. Planifica tus salidas outdoor y prepárate adecuadamente

Planificar con antelación puede ayudar a eliminar muchas fuentes potenciales de daños medioambientales. Si pasas tiempo al aire libre sin todo lo que necesitas, a menudo significa que tu impacto en ese lugar será mayor.

Por ejemplo:

  • Si te olvidas de llevar una bolsa de basura para una barbacoa, es más probable que dejes basura.
  • Si viajas al Pirineo en enero, deberás prepararte para las bajas temperaturas.

2. Viaja y acampa en superficies estables

Es esencial mantenerse en senderos y campamentos designados para evitar la erosión del suelo y el daño a la vegetación.

Hacer trekking fuera de los senderos marcados puede compactar el terreno, lo que impide la absorción de agua y contribuye a la erosión.

Al acampar, busca áreas que ya estén habilitadas, no crees nuevas.

3. No dejes basura, llévate tus desechos

Todo lo que llevas contigo debe regresar contigo. Esto incluye no solo basura común como envases y plásticos, sino también restos orgánicos. Aunque algunos piensan que restos de comida como cáscaras de frutas son inofensivos, pueden tardar meses en descomponerse y alteran el ecosistema local.

Qué puedes hacer:

  • Usa botellas de agua reutilizables y utensilios reutilizables, como cubiertos de acero inoxidable o bambú.
  • Opta por frutas y verduras sin envoltura.
  • Almacena la comida en contenedores reutilizables.
  • Utiliza bolsas de tela en lugar de bolsas plásticas.
  • Elige dispositivos electrónicos que funcionen con baterías recargables en lugar de pilas desechables.

Y, si generas desechos humanos, utiliza técnicas como el «hoyo de gato» o el «cacatubo» para evitar la contaminación de suelos y aguas​.

4. Respeta la vida silvestre

Al encontrarte con fauna silvestre, mantén una distancia segura y evita cualquier interacción que pueda alterar su comportamiento natural.

Nunca des de comer a los animales, así causas dependencia y alteras su dieta natural.

Mantén a tu perro bajo control, evita que persiga a la fauna salvaje o se meta en estanques naturales. Nuestras mascotas no forman parte del entorno natural.

5. Evita hacer fuego en el monte

El uso de fogatas debe ser muy limitado y solo en áreas permitidas, las fogatas mal manejadas pueden provocar incendios forestales devastadores.

Mejor usa hornillos para cocinar y, si es necesario hacer una fogata, asegúrate de apagarla completamente antes de abandonar el área​.

6. No te lleves nada: ni animales, ni plantas, ni rocas

Una regla de oro es dejar todo tal como lo encontraste: no cojas flores, rocas, fósiles u otros elementos naturales y tampoco alteres el entorno construyendo estructuras o dejando marcas permanentes​.

Respeta el ecosistema, tiene un valor ecológico o cultural que debe ser respetado.

7. Sé considerado: no grites, no silbes, y sé amable

Recuerda que no eres el único que disfruta de la naturaleza: evita hacer ruido innecesario y respeta la privacidad y tranquilidad de otros visitantes.

Da para recibir: sé amable y solidario, ayudando a otros si es necesario y dejando espacio suficiente para que todos puedan disfrutar del entorno​.

La conservación de la naturaleza es una responsabilidad compartida. Adoptar prácticas de bajo impacto no solo protege el medio ambiente, sino que también enriquece nuestra experiencia al aire libre.

Al ser conscientes y responsables en nuestras actividades, podemos asegurar que estos paisajes se mantengan intactos para las futuras generaciones. Explorando con respeto y cuidado, nos convertimos en guardianes de la naturaleza, preservando su belleza y biodiversidad.

Implementar estas prácticas es un pequeño esfuerzo que puede tener un gran impacto positivo, recuerda que somos visitantes en estos entornos naturales y que nuestro paso por ellos debe ser lo menos intrusivo posible. De esta manera, nos aseguramos de que la naturaleza siga siendo un refugio para todos.